Queridos Reyes Magos

24 de diciembre de 2010

Queridos Reyes Magos:

No puedo quejarme, la verdad. Para mí ha sido un año excelente este 2010. Me he sacado un máster, he iniciado el programa de doctorado y he hecho cosas de las que me siento muy muy orgulloso. Probablemente no me quiera jactar de pedir, salvo lo que materialmente ustedes ya saben. Pero no quisiera privarme de, ahora que me hago más mayor, pedirles otras cosas que sólo ustedes con su imperceptible magia pueden regalar. No soy quién para autojuzgarme y valorar si he sido bueno o no -criterio con el que ustedes parecen no haberle cogido la medida global-, por lo que seré escueto en mis peticiones, dada mi ignorancia. De hecho, sólo voy a pedirles paciencia.

Paciencia para mis padres, que están preocupados por mi. Desconocen a dónde quiero encaminar mi futuro, y dudan del pragmatismo de la herramienta del debate de la que tanta fe le profeso. No logran verle aún el enorme potencial que me ha generado, pues nunca me han visto demostrarlo. Pero estoy plenamente convencido de que esto que hago ha cambiado mi vida y determinará mi futuro (¡siempre lo hizo!) para bien. Para muy bien.

Paciencia para mi abuela, que cada vez que me llama me pregunta si me he echado novia, a lo que llevo ya mucho respondiendo que no. A ella (a mi abuela, claro) he de decirle que no tengo mucho tiempo para esas cosas, que ciertamente no tengo prisas (aún tengo algunas canas de las que despojarme), que ya llegará si es que llega y que, a pesar de todo eso, estoy muy muy feliz y que he sabido verle -quizá por la edad-, la sonrisa a este tipo de cosas.

Paciencia para mis "niños" del debate en la UPO, que vuelvo a estar orgulloso de ellos, del enorme esfuerzo que han hecho y del grandísimo respeto que se han generado a base de querer ser mejores. Ya llegarán los títulos, de verdad. Os quiero un montón.

Paciencia para "mis otros niños" de ETEA, a los más mayores y a los más jovencitos, que siento de verdad que me siguen queriendo a pesar de que Carlos me llama "traidor", Teresa "Figo" y María "esquirol". Les espera un magnífico futuro.

Paciencia a mis amigos de la promoción, los que estudiaron conmigo, pues valen mucho y no habrá crisis que pueda con ellos. ¡Que no se rindan! ¡Mucha suerte para los que se han ido fuera! En verdad les echo muchísimo de menos. 

Paciencia a mis colegas de siempre, que este año me he separado un poco de vosotros (espero que me entiendan!), pero que siempre sé que estarán ahí. Son y serán un ejemplo de lo que es AMISTAD, en serio.

Y por último paciencia a Natalia, Lucía, Sara, Gloria, Jose, Anapo y Pili, pues son fantásticos y mejores personas. Les pido a ustedes, majestades de Oriente, que le otorguen paciencia para aguantarme y paciencia para otros muchos grandes momentos juntos, que sé que vendrán. Tengo que agradecerles muchas cosas, pero no cabrían aquí. Así que ya se los diré en persona! 

Si me he dejado a alguien lo lamento en verdad, y sé que si lo he hecho. Este año he estado con mucha gente y he conocido a otra tanta. Espero volver a juntarme con todos ellos porque me lo he pasado realmente bien.

Así que este año en el que he viajado, enseñado, aprendido, estudiado, entrenado, nadado, leído, buceado, trabajado, regalado, soñado, llorado, suplicado, comprendido, emocionado y, por encima de todo, sonreído, les pido a ustedes, mis queridos Reyes Magos, paciencia para todos ellos. Pues todos ellos son ya, sin duda, el mejor regalo que tengo.