martes, 2 de abril de 2013

¿Héroes o Villanos? El caso Sánchez Gordillo

23 de agosto de 2012



Está de moda. La cruzada de este señor, nos guste o no, está dando que hablar. Hoy estaba en Córdoba arropado por sus simpatizantes. Mañana seguirá su marcha hacia Jaén. El famoso alcalde de Marinaleda es aplaudido por la convicción de sus ideales y valupendiado por sus formas.

Esta entrada la he escrito motivado porque muchos amigos me han pedido mi opinión. Para presentarlo (si es que hacía falta), transcribo una pequeñísima biografía extraída del blog de mi amigo Carlos Valverde (tenéis el link a su derecha por si queréis visitarlo), que describe muy concretamente:

"Juan Manuel Sánchez Gordillo, actual alcalde de la utópica Marinaleda (y lleva en el cargo desde 1979, es el único que conocen en esta población desde que acabara el franquismo).

Sánchez Gordillo es miembro de Izquierda Unida (IU) y parlamentario por la misma en el Parlamento andaluz (encabezando la lista sevillana a la candidatura de las elecciones andaluzas, y negándose a pactar con el PSOE-A). No cobra sueldo por su alcaldía, y de los 3.100€ que se le asignan en el Parlamento dona 1.000€ a IU y a distintas ONG. En su pueblo, se puede acceder a una vivienda desde 15€/mes, afirma que existe un pleno empleo gracias a una cooperativa agraria local, y todas las decisiones se adoptan mediante asambleas. Además, últimamente ha pedido que todos los supermercados donen los alimentos que estén a punto de caducar a la organización Cáritas Diocesana. Fuera o no éste nuestro héroe, desde luego el hombre apunta maneras."
 
Yo creo que la práctica totalidad de españoles han terminado por conocer a este hombre de firmes principios.Del lado más comunista de IU, su protagonismo mediático ha venido sobre todo por los casos ilícitos de asaltos a supermercados para dárselo a los bancos de alimentos que, intuyo, la práctica totalidad de españoles desaprueba. Al menos en su forma, su método. Otra cosa es que podamos estar de acuerdo en su transfondo. Yo aquí amigos, seré breve y poco original. Hay otras maneras de luchar por la causa, efectivamente. Pero comparto parte de su argumentario de la injusticia, el reparto desigual y los beneficios -más allá de los económicos- de los más poderosos. Es decir, que no tengo, lamentándolo mucho, nada nuevo que aportarle. Otra cosa también son sus soluciones a los problemas. Tampoco entraré en materia. 
 
Lo que sí puedo hacer es valorar otro asunto que, a colación del anterior, también se ha venido discutiendo. Se ha comparado a Sánchez Gordillo con un Robin Hood. Ese héroe inglés medieval que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Yo no lo veo así, sinceramente. Yo creo que Gordillo se asemeja más a un héroe como Batman. Le explico el por qué.
 
Para los que conocemos algo más profundamente la vida del hombre murciélago que el resto de los mortales, sobre todo más allá del monumento mediático-mesiánico que es esa trilogía fílmica de Christopher Nolan, siempre hemos identificado la figura de Batman como un símbolo. La Bat-señal es el mayor exponente de ello. Que no tenga súper-poderes, otro.
 
Él siempre fue el héroe de Gotham y convirtió su lucha contra el crimen y la injusticia para defender a su pueblo. Nunca quiso vengar la muerte de sus padres, si no ayudar a los habitantes de una moderna ciudad. Esa con la que tanta conexión tenía: la que le dio sus riquezas y volvió a quitárselas. Lo ganó todo por ella, y lo perdió todo también por ella. Enfrentándose al miedo con el propio miedo, consigue derrotar a lo que los ciudadanos temen y les oprime. La corrupción, la cleptocracia, la falta de valores, la pérdida de la dignidad, el abuso político, el contrabando, la unión de poderes, etc. Batman les da la libertad, el empujón necesario para levantarse, manifestarse y reaccionar. Ahí es donde reside el heroismo del alter-ego de Bruce Wayne. El hilo de esperanza que aparece en la noche, con la luz de su señal reflejado en las nubes de Gotham. Una sociedad egoísta que estaba adormilada y se auto-protege como mejor puede, pero que resurge del aletargamiento con ideales cívicos y democráticos. Un ejemplo de esto es la escena de los dos ferrys de "El Caballero oscuro".
 
 
Pero Batman es, nos guste o no, un justiciero. Como lo es, nos guste o no, Sánchez Gordillo. En su cruzada por unos firmes ideales, Sánchez Gordillo es ese tipo de símbolo que necesita el pueblo para despertarse. No a asaltar supermercados ni a tomar bancos. Si no a reaccionar ante el abuso de poder, a no esperar a ese "que lo solucionen otros" tan español. Se le persigue por sus actos, pero no por sus ideales.
 
Tendrá amigos y enemigos, por supuesto. Como los tuvo Batman, que parte de la población no estaba con él. E incluso será perseguido por la policía, como ya lo fue también el hombre murciélago. Pero seguirá siendo ejemplo de "querer cambiar las cosas". Más intenso, si. Aunque más paradigmático.
 
 
"Como hombre, soy de carne y hueso, pueden ignorarme o destruirme, pero como símbolo puedo ser incorruptible."
Bruce Wayne. Extraído de Batman Begins, 2005. Christopher Nolan.
 
 
http://barcomoreno.blogspot.es/img/batman.jpg

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