martes, 2 de abril de 2013

Dinero y dignidad

11 de diciembre de 2012



¿Cuánto vale su dignidad?

Para Nafissatou Diallo, la limpiadora del hotel que acusó de agresión sexual al ex-director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, vale 4 millones de euros.

Este caso, que como recordarán ustedes salpicó al francés en verano de 2011, ha sido llevado por el juez de Nueva York, Douglas McKeon, quien ha ratificado a primera hora de la tarde del lunes en su tribunal del Bronx el pacto. Éste hombre le ha parecido a bien que el silencio de la ex-limpiadora (porque a partir de mañana, dudo mucho que lo sea de facto), vale esa cantidad. Nafissatou, la humilde trabajadora, ha puesto precio a su dignidad por 4 millones de euros. Pero, ¿cuánto vale la de ustedes?

Y es que parece ser que la señorita Diallo no ha retomado su trabajo en el hotel de Nueva York. Según Associated Press, la limpiadora está recibiendo -hasta ahora, claro- una cantidad mensual en concepto de indemnización laboral por parte de la cadena hotelera. Sus abogados aseguran que la supuesta agresión sexual que sufrió ha “sumido a la joven y a su hija adolescente en un completo caos”. El remedio ya lo tiene en una cuenta bancaria de American Bank.
Imagine que es su caso. Que también le acosan sexualmente un tipejo de estos lares, y que le ofrece la oportunidad de comprar su silencio para que no ahonde más en su herida. ¿Cuánto valdría?


 Efectivamente y como ya nos advertía el dicho, "todo tiene un precio", hasta el mismo valor moral de afrontar un "dejar ir al culpable", por el Poderoso Caballero que es Don Dinero. Para la Comunidad de Madrid, es Eurovegas. Para George Lucas, la serie digital "Las Guerras Clon".


Para el que les habla, que le gusta mucho el cine, al oír el caso recordó a la magnífica y polémica película de Adrian Lyne, "Una proposición indecente", en el que David (Woody Harrelson), arquitecto, y Diona Murphy (extravagante y por aquel entonces cotizada Demi Moore), agente inmobiliario, son un matrimonio felizmente casado y bien avenido que, por culpa de un traspié económico, ve peligrar su nivel de vida. En Las Vegas, donde buscan un golpe de suerte en el juego que les traiga algo de dinero, un maduro y apuesto multimillonario (un gran Robert Redford) ofrece a David un millón de dólares a cambio de pasar una noche con su mujer.


 A los que hayan visto la película, sabrán de su entramado y desenlace y volverán a preguntarse lo que en su día ya se preguntaron: ¿qué haría yo si fuese David? A los que no la hayan visto la recomiendo, muy a pesar de su calculado final, y de que no les hará otra cosa que despertarse al día siguiente calculando, precisamente, cuánto valdría su dignidad. O la de sus servicios.

 "La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce."

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