martes, 2 de abril de 2013

Debates Con Acento

03 de marzo de 2010


Sé que mi periodicidad a la hora de escribir noticias se ha visto alargada, algo que es compendio de muchos factores (total, para seguir hablando de economía, mejor lo solucionamos entre todos, no?), así que ya os pido disculpas de antemano.
Pero me vais a permitir la licencia de que esta sea una de las muchas entradas de agradacemiento que hay en este blog. Esta va dirigida a los chicos de la Universidad Pablo de Olavide. En su incansable labor por hacer cosas y proyectos implicados en hacer UNI-VER-SI-DAD, liderados por esa curiosa figura como es Pilo, una persona que se divorció de por vida de una agenda en blanco; estos chicos se han sacado un Torneo de Debate a la altura de nuestra comunidad. Tomando como referencia la magnífica Liga Galega y trayéndose a su máxima insignia como es Santiago, el Torneo de Debate con Acento se ha erigido como una referencia en cuanto a lo que se puede sacar de un proyecto de estas magnitudes.
Seré escueto.
Olvidemos el protocolo. Olvidemos la polémica. Quedémonos con lo demás. Este tipo de eventos que promueven ciertos valores y competencias que se demandan cada vez más.
Quedémonos con que un centenar de alumnos de segundo bachillerato ha realizado un trabajo magnífico para llegar lo más lejos posible en este torneo -algunos por cierto no tienen nada que envidiarle a muchas facultades universitarias-. ¡Qué alegría cuando se me acercaban para que les hiciera otro feedback! ¡Qué entusiasmo por los capitanes para que sus chicos aprendan a hablar en público! ¡Qué gran labor de equipo! ¡Qué gran futuro os queda por delante! ¡Y cuántos, cuántos amigos! ¡Eso es lo importante, al final detrás de todos los argumentos, los atriles y el monitor de tiempo están las personas que conocéis (sino que me lo digan a mi, doctora)!  
Eso es lo que debemos empezar a promover, ya desde el instituto sacar a relucir esta herramienta y a experimentar con todos los beneficios que aporta. Porque la comunicación es, al fin y al cabo, lo que más vais a utilizar en esta vida.

Fue en el albergue, justo al comienzo del Torneo cuando, sentados en uno de los sofares, mi amigo Pablo del Río y yo, charlábamos campechanamente sobre cuestiones logísticas, a lo que rápidamente, en una vista a todos los equipos que se estaban conociendo en el hall del albergue delante de nosotros, Pablo dijo:
-"¡Qué grande. qué grande!"
-"¿El qué?- Le pregunté yo.
-"Todo esto, Alberto. Todo esto otra vez" -Me respondió, y pude ver el brillo en sus ojos tras sus manos alzadas.
Eso es, mi querido Pablo. Eso es lo que aporta un Torneo. No sabría definirlo mejor. Hasta la próxima.

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