martes, 2 de abril de 2013

Encriptaciones, lenguaje y comisiones

24 de septiembre de 2012



En la Segunda Guerra Mundial, los Aliados echaron mano de indios nativos navajos para encriptar los mensajes que sus tropas usaban en combate, con el fin de que los alemanes no pudieran descifrar el lenguaje y tomar ventaja en la contienda.
Desde los tiempos de J. Edgar Hoover (“Prefiero tener a Edgar dentro de la tienda meando hacia fuera, que fuera de la tienda meando hacia dentro”, definió lapidariamente el presidente Lyndon Johnson), el FBI ha evolucionado que es una barbaridad. Aunque los navajos siempre fueran una opción. Ahora, para que sepan ustedes, se dedica también a perseguir con ahínco los fraudes financieros. Es normal, está muy de moda y, además, ayuda a "humanizar" a la institución. Recientemente, después de duros meses de trabajo, consiguió descifrar el código que utilizaban algunos bancos villanos para manipular la compra de deuda municipal estadounidense. Según los investigadores federales, ante economistas de las universidades más prestigiosas, los bancos acusados “hablaban en código, como la mafia o los traficantes de droga” para acordar los precios, manipular las subastas y engañar a los ciudadanos. La agencia ha detenido a tres empleados del banco suizo UBS y otras 19 personas están sometidas a investigación. Aseguran que Bank of America y JP Morgan Chase también están en la pomada. El FBI debería publicar el código, para que los contribuyentes se hagan una idea de la imaginación desplegada por los empleados defraudadores para burlar la vigilancia de las autoridades financieras. Pero no lo ha hecho y, viendo el argot que usan los narcos y delincuentes, imagine usted la complejidad. Con el FBI no han podido.
Algo no cuadra. De todos es famoso la utilización de tecnicismos hipotecarios y lenguaje ilegible financiero para disfrazar condiciones y comisiones, pero ¿de verdad necesitan los bancos e intermediarios financieros un argot o lenguaje encriptado para ocultar sus intenciones? ¿El lenguaje bancario no es lo suficientemente críptico como para despistar a los agentes de la ley y el orden? Si se han inventado un idioma propio para acordar los precios y burlar el mercado, debe ser extremadamente difícil de descifrar. Como para que lo analicen los lingüistas del Instituto Tecnológico de Massachussetts o de Harvard. Imagínense ustedes con una persona normal de la calle.
En España es bien afamado el caso de las preferentes. Vendiendo este paquete bomba dinerario a personal analfabetamente financieras y sin posibilidades de contratar a un "traductor". Y eso que no están en euskera (también utilizado en la IIGM) ni en indio navajo, sino en la misma lengua de Cervantes. Puesto que el FBI ya ha conseguido lo más difícil y dispone de la decodificación del lenguaje metabancario, podría ayudar a los consumidores españoles a descifrar el contenido de contratos e hipotecas, la letra pequeña de los préstamos y la interpretación de las comisiones bancarias. Todas legales, por supuesto, pero enigmáticas. Los clientes llevan decenios intentándolo y no lo han conseguido. Habrá que ser del FBI para entenderlos.

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