domingo, 31 de marzo de 2013

Que sea la penúltima


16 de junio de 2009

" Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite. "


A lo largo de las últimas semanas he contado mis acciones por ser las últimas, porque en cada nuevo día me encontraba con que ya no habría más posibilidad de volver a hacerlo. Mi última clase, mi último debate, mi última copia de apuntes a última hora, mi última cervecita después de clase, mi última presentación, mi última visita al profesor, etc. No es tiempo de melancolía cuando aprieta la añoranza. Es tiempo de alegría. Porque a pesar de que ya tengo menos excusa para ver a mis compañeros, perdón, amigos, de clase, sé que aún puedo echar mano del porque sí.
Me gusta ir después de Política Económica a tomarme unos refrigerios al Dammy o al Adriano con vosotros porque sí. Me gusta irme al aula 23 a hacer trabajos con los dos grupos, aunque allí siempre haya algún “ancla” en el equipo, pero nos lo pasamos bien, también porque sí. Me gusta salir con vosotros porque recordamos cinco años estupendos, y siempre lo hacemos porque sí. Me gusta organizar quedadas en el “pisito” porque sí. Me gusta irme de cena de gala y coger el coche para ello pasando una burrada de calor y organizar dicha cena “para mi gente” porque sí. Me gusta echar unos billares con vosotros no sólo porque siempre salen a la luz los necesarios chistes verdes, sino porque sí. Me gusta echar un Party y un Trivial no sólo porque sea el rival a batir, sino porque sí. Me gusta las jornadas de “Triple ´P`” porque siempre acabamos a carcajadas, pero también porque sí.
Y como podía seguir enumerando largo y tendido, no me quedo en el pasado, sino que miro en el futuro. Y ya no echaré mano al porque sí, sino al ¿y por qué no? . ¿Y por qué no un día en la playa? ¿Y por qué no un trabajo de Creación? ¿y por qué no un parque de atracciones? ¿Y por qué no un simple quedar, salir, bailar, reír, charlar, celebrar o vivir?  
Somos economistas y administradores. Pues bien, echemos cuentas. Más de 50 exámenes. Unos 540 créditos convalidados. Más de quince mil euros en cinco años. Más de 4.000 horas de estudio. Más de 60 trabajos. Más de una veintena de exposiciones. Más de 5.200 horas de clase. Más de 3.000 fotocopias. Más de 100 medias de pizcos. Más de 200 compañeros de estudio.
Cuando comenzamos nuestra andadura, no existía el tuenti ni nada que se le parezca a una red social, solo la primera versión de messenger. El día que entré por primera vez en ETEA conocía a 3 personas, hoy a más de 300. En la primera clase llevaba en mi bolsillo mi primer móvil que llevaba incorporado la pantalla a color, hoy son táctiles. En el primer curso, la selección española de fútbol cayó eliminada en la primera fase de la Eurocopa de Portugal, hoy somos actuales campeones. En el día de presentación, existía el aula 11 y no había salón de actos, hoy es al revés. En mi primera exposición, me temblaron las piernas y el traqueteo de mis zapatos impedía que leyera bien lo que había puesto en mis tarjetas, hoy asesoro cómo hacerlas. Han cambiado muchas cosas, si. Pero sobre todo, hace cinco años, yo no os conocía.

Ha pasado tanto tiempo y han pasado tantas cosas, que sin duda he vivido los mejores cinco años de mi vida, no sólo a nivel personal sino también profesional. Seguro que tenéis a alguien a quién agradecerlo. Yo se lo debo a mis padres, sin ellos no habría sido posible. Pero también a mis profesores y, cómo no, a ti que me estás leyendo, pues tu eres el impulso que me animó a seguir y a escribir esto. Somos un grupo de amigos en forma de promoción ya licenciada maravilloso, con un potencial tremendo al que no es la primera vez que hago mención. ¡Creeros que sois magníficos porque es verdad!

Por tanto, para aquellos que desconfiaron de que podríamos hacerlo, una promoción. Para los que dijeron “pinta y colorea”, una promoción. Para los que se quedaron atrás y se rindieron, una promoción. Para los que miramos adelante y vemos esperanza e ilusión, una promoción. Para los que no se sintieron felices y dudaron, una promoción. Así que gracias, gracias por todo este tiempo, sobre todo por estos últimos meses, gracias por estar ahí, por cada risa, por cada renglón, por cada discurso, por cada mensaje al móvil, por cada evento en el tuenti, por cada “quedada”, etc. Y por supuesto por cada foto, pues cada foto valdrá un recuerdo y cada recuerdo, una sonrisa. Ya que si sonríes, es que habrá merecido la pena.

Que en todos los momentos seáis fuertes y felices, y que siempre, siempre tengamos una excusa para vernos, aunque sea porque sí. Porque en el fondo son las relaciones con las personas lo que da valor a la vida, pensad...¿Y por qué no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario