domingo, 31 de marzo de 2013

Google


Larry Page y Sergei Brin, eran dos amigos estudiantes del programa de doctorado de la universidad de Stanford. En 1997, en una fiesta organizada por Microsoft para jóvenes talentos, se pasaron toda la noche hablando de algo llamado “Google”, pero nadie les hizo caso. Un año más tarde, plasmaron su idea en la web y en tres más tarde su buscador se convirtió en la marca del año. Hoy en día ingresa mucho más de lo que imaginamos, y entre sus competidores están, entre otros, Yahoo! y Lycos.
El nombre del motor de búsqueda google es un juego de palabras. En inglés, googol es el número formado por un uno seguido de cien ceros, y hace referencia al sinfín de información disponible en internet. Con 300 millones de entradas diarias, la empresa ha conseguido triunfar concentrándose únicamente en las búsquedas (a diferencia de sus competidores), sin ofrecer otros servicios. Utilizando algoritmos complejos, google es una máquina rápida y fiable. Obtiene sus ingresos de destacar resultados de búsqueda relevantes (¿habéis pensado por qué al poner “Ropa deportiva” unas marcas salen más arriba que otras?); y de prestar su tecnología a AOL o el Washington Post. Entre sus clientes destaca la mismísima NASA (para mejorar su Google Earth) y entre sus enemigos se registran las grandes editoriales de EEUU (por los derechos de licencia de Google Books).
Para Larry y para Sergei la vida cambió en muy poco tiempo. A cualquiera puede sonreírle una oportunidad, creer en ella y aprovecharla. Trabajemos para estar preparados y no dejarla escapar. Sé constante y no pierdas el tiempo. A pesar de mi grave agnosticismo, una de mis frases favoritas la podéis encontrar en la Biblia: “Si te quejas diciendo que falta tiempo, te diré que el tiempo es cuestión de preferencias, y las preferencias dependen de las prioridades. Se tiene tiempo para lo que se quiere”.

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