Más allá de las series que veía de muy pequeño y con las que he crecido (Érase una vez, Bola de Dragón, Oliver y Benji, Salvados por la campana, Alf, El príncipe de Bel-Air, Cosas de Casa, Doraemon, Looney Tunes, Fruggle Rock, Los inventores, y muchas más (si, yo veía mucha televisión, ¿qué pasa?)), la primera imagen imborrable y que mi estimulado cerebro por aquellos momentos retuvo fue la de Fermín Cacho alzando los brazos en Montjuic. La verdad, no sé si es por antiquijotismo patriótico o simple orgullo organizador, pero muchos coinciden en que Barcelona 92 fueron los mejores juegos olímpicos de la historia moderna.
Ahora que se acercan los de Pekín, recuerdo esa infancia en la que empezaba a preguntarme las cosas más básicas de las cosas que me rodeaban, y una de las primeras lecciones de Historia Antigua me las dio una de mis heroes preferidos, Astérix, y en aquellas viñetas llegué a comprender que los atletas romanos y griegos competían no por su nacionalidad y su país, sino únicamente por honor. Honor.
Fuente de muchas polémicas cruzadas ante los juegos que se avecinan, Carl Lewis (considerado por el COI mejor atleta del siglo XX) llegó a decir: "el dopaje es mayor de lo que la gente piensa. Hay verdaderos departamentos químicos detrás de las delegaciones para buscar potenciar a un atleta sin que dé positivo". Este es, en nuestros tiempos, el verdadero cáncer del deporte (y si no, que se lo digan al ciclismo). ¿Qué lecciones deben entresacarse de la selección americana de baloncesto, que no gana un campeonato desde aquel "Dream Team"? ¿Quizá porque su propio orgullo ha hecho que "Team" se elimine del eslogan del patrocinador que le firma la camiseta? Intermón Oxfam ha sacado a la luz un informe de "los otros récords olímpicos", con datos de niños trabajando para hacer las camisetas olímpicas, sueldos infravalorados a hombres que calzan a atletas de Perú o mujeres que no pueden practicar deporte en la delegación machista de Afganistán. Ese es el "otro Pekín". Las verdades de un país destinado a convertirse, por números, en la potencia mundial, que ahora deberá enseñar al mundo exterior su interior, y no esconder sus vergüenzas con videos colgados en Youtube de "traidores nacionales". De esas que ha arrastrado la antorcha por el mundo y del que aquí, en este blog, ya hemos hablado. Un negocio, escondido de Espíritu deportivo en la Carta Olímpica y que se lee en la espectacular Ceremonia Inaugural. Los atletas deben convertirse en el centro de atención, pero no pueden ante el peso de la decadencia humana y social que ha arrastrado la empresa de los JJOO. Sí, vuelvo a ser pesimista, creo que el Espíritu Olímpico se ha perdido, que los atletas no tienen el protagonismo que se merecen. En Televisión Española se vanaglorian una y otra vez que van a ser la única cadena que emita los juegos (la de pesadas que se ponen las televisiones con un evento deportivo, ¿verdad Cuatro?), pero sin embargo se tapan los agujeros con los atletas paralímpicos, con un tema digno de debate de competición: "A pesar de no ser económicamente rentable, ¿deberían emitirse los Juegos Paralímpicos?". ¿Se tendría que premiar el esfuerzo y valor de superación de estos hombres y mujeres emitiendo su trabajo en una televisión? Por otro lado, si no es rentable, ¿por qué pagarlo con fondos públicos? ¿Sabíais que hay una enorme disputa entre el Comité Olímipico Internacional porque hay un sector del mismo que alega que atletas con prótesis tienen una "ventaja" respecto a los atletas "normales"? Pues sí, y leí en Quo que una mujer con dos prótesis estaba a punto de romper el récord de 100m lisos femenino. ¿Otra forma de dopping quizá?
En fin, más allá de las eventualidades y abrumadores números me quedaré con que a partir del 08/08/08 disfrutaré viendo a Elena Ishinbayeva destrozar por decimonovena vez su propio récord mundial de pértiga, el esfuerzo en el remo de David Cal, la bonita sincronización de Gemma Mengual con sus compañeras, la dedicación de Paquillo Fernández en 20kms Marcha, el salto con tirabuzón de Gervasio Defferr (curioso su positivo por marihuana), el agotamiento de Nadal en tenis, la velocidad de Ian Thorpe y su bañador de tiburón bajo el agua, los reflejos de los chinos en ping-pong, el espectáculo de la gimnasia rusa en suelo, el trabajo de los africanos en maratón, el juego en equipo de la selección de basket nacional , los disputados 100m lisos entre Jamaica y EEUU, la superioridad de los taiwaneses en Taekwondo, etc.
En definitiva, creo que sigo viendo demasiada televisión...
P.D. Ibáñez ya tiene su aporte:
<"http://blogs.lavozdegalicia.es/comic/files/2008/07/mortadelofilemon.jpg">
No hay comentarios:
Publicar un comentario