Dreamworks vs Disney: el combate más animado de la historia

16 de julio de 2008

Después de la más que decepcionante cuarta entrega de Indiana Jones, no había vuelto a ir al cine, debido en gran parte, al mes y medio de exámenes que me he pegado. Pero como todo, el ciclo vuelve a repetirse y mis amigos me convencieron para asistir al estreno de la última de Dreamworks: Kung Fu Panda. Después de otra decepción de los amigos de SKG, me pareció acertado abrir el debate que mantienen éstos con su principal competidor en películas infantiles: la todopoderosa Disney y por qué decanto la balanza a favor de la empresa de Mickey:

Disney fue fundada en 1923, y es propietaria de, entre otros de la cadena de televisión ABC, o de los estudios Pixar (principal mina del tesoro en los últimos años y que preside Steve Jobs).

Dreamworks SKG fue fundada en 1994 por Steven Spielberg con sus amigos David Geffen yJeffrey Katzenberg (de ahí las siglas SKG), su intención fue crear un espacio en el que la gente más talentosa de Hollywood pudiera conservar el control comercial y creativo. Después de una década, en un momento en que todos los grandes estudios estaban (y están) en manos de enormes conglomerados de medios, aquel sueño de Spielberg fracasó. Spielberg se rindió ante lo inevitable y vendió su empresa en 1.700 millones de dólares a Paramount, propiedad de Viacom, uno de esos grandes conglomerados.

Pero no quiero centrarme en eso. La principal diferencia que veo entre la filosofía de las compañías es que Disney trata de adaptar el mundo humano al que crea, mientras que Dreamworks lo que hace es agarrar un mundo nuevo y agregarle el mundo humano. Es algo parecido a esto:
Mientras que en Buscando a Nemo (de Disney) los peces estan con los peces y hacen todo como peces y no se mezclan entre predadores, en El Espantatiburones (Dreamworks) se pone a todos los peces juntos viviendo en una New York subacuática donde no entiendo por qué saben leer, miran la televisión y suben edificios en ascensor. ¿Por qué usar un ascensor cuando pueden subir nadando? 

Madagascar (Dreamworks) tiene algo parecido. Los animales saben leer, escribir y caminan en dos patas pero no se pueden comunicar con humanos. La idea de que la cebra y el león sean mejores amigos, que cuatro pingüinos secuestren un barco carguero con tripulación llega a ser, cuando menos, argumentalmente fácil, y el ejemplo está en la ya mencionada Kung Fu Panda: cuando Po (el panda) le dice a su padre (una oca), que le cuesta admitir que pueda ser hijo suyo (¡siéndolo de verdad!). Sin embargo, esta peli es mucho mas divertida que, a mi gusto, las secuelas de Shrek, que ni me van ni me vienen.

Pero echemos un repaso a la historia, donde Disney recoje toda su ventaja. Dreamworks sólo puede competir con Hormigaz (aburridísima), Shrek (pasable), El Príncipe de Egipto (se deja ver), Chiken Run (bastante bien), La ruta hacia el Dorado (pestiño auténtico), Vecinos invasores (mala), Kung Fu Panda (simplemente correcta). Si echamos mano al catálogo más o menos actual de Disney, destacan entre otros Cars y Los Increíbles (recordad, no puedo incluir Piratas del Caribe o La Búsqueda) que, la verdad, sin ser lo mejor de Disney, son mejores películas que cualquiera de las mencionadas. Pero si lo que queremos es echar mano de un catálogo más anticuado, la paliza es bestial: El Rey León (de auténtico Óscar), Aladdín (magnífica en todo), La Bella y la Bestia (de vitrina), Toy Story (indiscutiblemente genial, incluso en su secuela), Monstruos S.A. (muy divertida), El jorobado de Notre Damme (todavía me arrodillo ante Alan Menken por esa banda sonora), Pesadilla antes de navidad (de Tim Burton, no digo más), y un no tan largo etcétera.   

En conclusión, creo que Disney hace cosas mas "reales" dentro de su fantasía, mas verosímiles, pero a la vez admito que hay mas ingenuidad y que están dirigidas a un publico mas pequeño, sin embargo, creo que sigue ganándole a las pelis de Dreamworks, que matándose con el casting de doblaje pagando millonadas a actores famosos para que aporten su voz, solo hacen filmes normales que pasan en el mundo real pero vistas con un lente medio confusa.

Tuve la suerte de vivir la época dorada de las películas infantiles y es algo que nunca me canso de admitir: la que viven ahora los niños es MALA, tanto si hablo de Disney como si hablo de Dreamworks, pues ambas utilizan cada vez mejor el ordenador, pero dejan de lado la historia y la educación real en valores que tanto añoro de cuando era aún más joven.