domingo, 31 de marzo de 2013

Córdoba no es lo primero

24 de abril de 2009


Recuerdo haber oído a Rosa Aguilar torear los rumores que le colocaban en el PSOE y fuera de la alcaldía de Córdoba con un rotundo alegato de su desmedido interés por la ciudad Patrimonio de la Humanidad. La única alcaldesa que Izquierda hUndida tiene en una capital de provincia era de todo menos de Izquierda hUndida. Pues bien, presa de sus palabras y de su incoherencia manifiesta, la salida ayer anunciada hacia el nuevo gobierno del presidente de la Junta de Andalucía, -el señor Griñán-, no hacen más que desacreditarla (como ya le ha recordado Julio Anguita) de lo que ya nos hizo creer. Deja los arcos de la Mezquita por un despacho al lado de la Torre del Oro, otorgando todo su conocimiento a Andalucía en la Consejería de Obras Públicas (nótese la ironía en los comentarios, por favor). 

De las tres ocasiones en las que ha sido alcaldesa, en dos de ellas el compromiso fue refrendado con socialistas, los mismos que ahora le tienden un puente de plata para salir de su querida Córdoba. Mi ciudad vive un momento de falta de impulso productivo, paro (36.015 personas), infraestructuras y/o educación, entre muchas otras. Esta magnífica jugada de Griñán para que el PSOE "alcaldee" Córdoba (no lo hacía desde hace 30 años), desatasca el tapón ideológico de nuestra ex-alcaldesa y la ponen en evidencia. 
Hubiera podido elegir otro momento político y económico, pero tuvo que coger este. Quizás por su inconmensurable amor a Córdoba y a su partido (vuélvase a notar la ironía por favor), que ayer vomitaba dudas sobre el futuro ideológico de la ciudad, es por lo que se va este gran activo de IU. Una ciudad lastrada por el ancla de los grandes proyectos, gracias a una década de gestión basada en el posibilismo de los pactos.
En cierta manera, doña Rosa no tendrá que alterar su discurso en los próximos días. Apenas una coma o tres palabras. Ésa es la ventaja de tener una oratoria ambigua y simple, que lo mismo sirve para inaugurar unas Cruces que para mitificar la figura de Séneca.  
A Córdoba y a la humanidad se le puede servir desde cualquier parte del universo (porque si se le sirve a una, se está sirviendo a otra), y esta mujer ha elegido con los ojos tapados la Consejería de Obras Públicas para dar lo mejor de sí a los andaluces (de nuevo, por favor, retomen la ironía). Es sin duda un hermoso acto de generosidad...hacia ella misma.

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