Coca-Cola

Coca-Cola es la marca más omnipresente del mundo. Su último anuncio me invitó a indagar un poco más de ella. Cada día, se beben cerca de 1.200 millones de sus botellitas de 25cl. Estuvo en la I Guerra Mundial y en la II; en los botellones, en museos, en el recetario de los médicos, incluso en el espacio exterior. Coca-Cola, que inició su andadura en 1883, ha mantenido fielmente muchas de las tácticas que hoy en día conforman principios de marketing consolidados. Y de eso, su primer presidente (Asa Candler) era un genio. Pasó de ser la bebida “del pueblo americano a la bebida del mundo”. Así, aunque su marca es diferenciable por sus distintivos colores y el tipo de letra, la empresa encarga a agencias de publicidad de cada país que la hagan también “un producto suyo”. Únicamente hay tres países que prohíben su entrada: Myanmar, Cuba y Siria. Ni siquiera Chávez ha podido resistirse a que los venezolanos la beban. Además, es la marca que más vale en el mundo. Según la revista Bussiness week, aproximadamente 80.000 millones de euros. Repito, 80.000 millones de euros. Y eso sólo su valor de marca. Añadid camiones, fábricas, instalaciones, etc. Sus ingresos en 2006 fueron de 28.000 millones. Suyos son  Fanta, Aquarius y Red Bull (con equipito de Fórmula 1 y todo). Y ahora pensad, ¿cuánto vale una Coca-Cola en el Mercadona?

Según leí en la revista Quo, una universidad ha descubierto que, además, su cafeína ayuda a aliviar el dolor de cabeza y que sus componentes son tan fuertes que es perfecta para desencrustar tuberías. ¿Has probado lo que ocurre al verterla sobre un simple filete?

Es la que más ha salido en películas (famosa la Coca-Cola con vainilla de Travolta en Pulp Fiction). Es tan fuerte, arraigada y poderosa que incluso el sentimiento antiestadounidense que precedió al 11-S no consiguió disminuir sus ventas. Ella fue la primera que regaló muestras gratuitas en supermercados. Ella fue la que rescató a Papa Noël del olvido. Ella fue la reina indiscutible de los anuncios de 30 segundos (ahora es Procter&Gamble, pero bueno, lo que importa es que le saca una considerable ventaja a Pepsi). Ella es la única que mantiene su “fórmula secreta”, que dicen sólo conocen seis personas en el mundo (es una leyenda urbana, no os la creáis: cualquier laboratorio clínico podría decírosla). Ella es la única que tiene film propio (la estrenaron en diciembre pasado). Ella es la que protagonizó la guerra de anuncios más famosa de la historia durante los 90 (ganó). Ella es la que superó la crisis de la famosa rata que apareció en una de sus fábricas belgas (lo hizo con anuncios tan sencillos como aquel que decía: “los consumidores de Coca-Cola tienen algo muy importante que decir ante las críticas que se han vertido: ¿me da una Coca-Cola por favor?”).

Fijaros cada vez que consumáis, no sabe igual que el resto, ella siempre ha estado ahí, ya con más de 125 años de historia, y no parece que vaya a cambiar mucho. Termino con otro de sus famosos anuncios: “La cola puede beberla con whisky, ron, ginebra, sola o combinada; pero siempre que sea la original: Drink always Coca-Cola”.